19/6/08

Sarah Chang


Sarah Chang piensa: “hoy tocamos mejor la música que nunca. El concepto de escuela y del maestro que te transmitía una forma de tocar y te confería una determinada interpretación, casi un dogma, ha cambiado”.

Uno de los tópicos más habituales es que los artistas actuales están más obsesionados en cuestiones técnicas, ante la obligación de no fallar una nota, que en el conocimiento del autor. “No sé lo que harán los demás pero yo sí estudio al autor porque me parece necesario. Y no estoy hablando de echar sólo un vistazo rápido a su biografía, sino de profundizar en el conocimiento de cada creador, en su estilo y ver por qué ha escrito de una determinada forma. Interpretar implica saber qué hay detrás de las notas”.
Ante tan gran repertorio disponible, uno de los problemas para cualquier artista es saber qué obras deben entrar o no en él. “Mi primera decisión es emocional. Necesito disfrutar de ella, sentirla y sólo después, tras un profundo estudio, es cuando de verdad la trabajo. Una vez que la he madurado, siento que puedo llevarla a las salas de conciertos”.
“Adoro a Vivaldi y me encantan Las cuatro estaciones. Soy consciente de que son obras muy tocadas y que el público las conoce muy bien pero he esperado mostrarlas cuando creo que aporto algo nuevo”. “Conociendo los matices de este repertorio, todos podemos tocarlo, añadir ornamentaciones, improvisaciones y enriquecerlo... Además, como el conjunto con el que trabajo, la English Chamber Orchestra, no lleva director, yo asumo la responsabilidad máxima. Y eso me gusta”, concluye con una sonrisa.
Tomado de Hemeroteca el cultural.es..

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