OBRA VENDIDA.
La mirada del artista,ha sido dirigida hacia el horizonte con valor, sinceridad y fuerza. El faro austero, inmovil, al pie de las casas donde jhon contempla los delicados pliegues de las olas. En su visión espera el mediodia y el agua del mar lleva flotando inexorable sus pensamientos nacidos en tierra firme.
El ritmico latido del color inunda los párpados lejanos sobre la pálida playa semicircular, va y viene la espuma una tras otra provocadas por el movimiento. En alta mar aparecen las vibrantes chispas de color amarillo después, se aproximan los veleros. El artista ama las velas, ama ese movimiento elegante y siente una especie de ternura irracional en aquellos destellos.
Jhon ha subido a la torre erguida por los escalones gastados, sus manos con la delicadeza de las plumas se posan en las barandas superiores y vuelve su mirada al infinito, hacia la luz que se filtra en la casa, que refleja su sombra en la tapia con nitidez, descendiendo sobre esta integridad, fascinado siente como penetra en su interior, en su reino, en su camino de formas y colores, llega la paz, el amor, lo toca la armonía, crea las montañas por las que no pasará el tiempo. Se encuentra en perfecta comunión, lo inunda la satisfacción, la felicidad intensa, exquisita, sus ojos descansan sobre la mar que se despliega, sobre la pálida arena marcada por el paso de los pescadores.
Abandona la mirada imperceptiblemente y la posa en la imprecisa línea que une el cielo y el mar como si estuvieran hechos del mismo tejido. El aire que respira trae olor a marisma, es poseido por la inmensidad y la menudencia que florecen en el paisaje. No puede moverse, lo abrazan intensos sentimientos que reducen su cuerpo y su vida a la nada. Solo escucha el rumor de las olas.
Ha planeado su obra como el águila en el aire, ha ondeado su bandera de sensaciones plenas, con solemnidad.
El rayo del faro entra en las habitaciones de las casas brevemente, sobre las camas, sobre la oscuridad de las paredes, se forman las sombras, persisten los sueños sobre el silencio, sopla el viento y las golondrinas se anidan en el salón. Se podría decir que alguien en el pasado había habitado aquellas casas.
El cuadro comienza a gravitar, la superficie es hermosa, deslumbrante, evanescente, la mezcla de los colores es tan natural como las alas de las mariposas, a Jhon lo invade el soplo del creador y comienzan en su mente a desfilar los azules, los grises, los amarillos, los dorados, el blanco, el negro y a depositarlos como cristales preciosos.
Esta intromisión es una escena pensada para promover las reflexiones más sublimes, para conducir a las maravillas de la belleza exterior reflejadas en la interior del ser humano, en los sueños y en la soledad.
Mónica
Adaptación de Al Faro
Virginia Woolf.
El soporte no tiene que condicionarte, lo que importa es el lenguaje y lo que dice la obra.
Juan Varez.
Casa Christies.
El lugar donde descansa la obra no tiene importancia si se transporta el universo al espectador.
Mónica.
Hermana..
El ritmico latido del color inunda los párpados lejanos sobre la pálida playa semicircular, va y viene la espuma una tras otra provocadas por el movimiento. En alta mar aparecen las vibrantes chispas de color amarillo después, se aproximan los veleros. El artista ama las velas, ama ese movimiento elegante y siente una especie de ternura irracional en aquellos destellos.
Jhon ha subido a la torre erguida por los escalones gastados, sus manos con la delicadeza de las plumas se posan en las barandas superiores y vuelve su mirada al infinito, hacia la luz que se filtra en la casa, que refleja su sombra en la tapia con nitidez, descendiendo sobre esta integridad, fascinado siente como penetra en su interior, en su reino, en su camino de formas y colores, llega la paz, el amor, lo toca la armonía, crea las montañas por las que no pasará el tiempo. Se encuentra en perfecta comunión, lo inunda la satisfacción, la felicidad intensa, exquisita, sus ojos descansan sobre la mar que se despliega, sobre la pálida arena marcada por el paso de los pescadores.
Abandona la mirada imperceptiblemente y la posa en la imprecisa línea que une el cielo y el mar como si estuvieran hechos del mismo tejido. El aire que respira trae olor a marisma, es poseido por la inmensidad y la menudencia que florecen en el paisaje. No puede moverse, lo abrazan intensos sentimientos que reducen su cuerpo y su vida a la nada. Solo escucha el rumor de las olas.
Ha planeado su obra como el águila en el aire, ha ondeado su bandera de sensaciones plenas, con solemnidad.
El rayo del faro entra en las habitaciones de las casas brevemente, sobre las camas, sobre la oscuridad de las paredes, se forman las sombras, persisten los sueños sobre el silencio, sopla el viento y las golondrinas se anidan en el salón. Se podría decir que alguien en el pasado había habitado aquellas casas.
El cuadro comienza a gravitar, la superficie es hermosa, deslumbrante, evanescente, la mezcla de los colores es tan natural como las alas de las mariposas, a Jhon lo invade el soplo del creador y comienzan en su mente a desfilar los azules, los grises, los amarillos, los dorados, el blanco, el negro y a depositarlos como cristales preciosos.
Esta intromisión es una escena pensada para promover las reflexiones más sublimes, para conducir a las maravillas de la belleza exterior reflejadas en la interior del ser humano, en los sueños y en la soledad.
Mónica
Adaptación de Al Faro
Virginia Woolf.
El soporte no tiene que condicionarte, lo que importa es el lenguaje y lo que dice la obra.
Juan Varez.
Casa Christies.
El lugar donde descansa la obra no tiene importancia si se transporta el universo al espectador.
Mónica.
Hermana..
En esta maravillosa obra podemos apreciar como este gran artista nos muestra con el trazo de su pincel la calidez que nos brinda la naturaleza. Ademas nos hace refexionar sobre la grandeza de Dios que le ha dado Dones para que sus obras queden plasmadas a traves de sus manos.
ResponderEliminarJhon que Dios te Bendiga.
Te felicito por tus obras, son hermosas... transmites en ellas amor y tranquilidad para quien las contempla y aprecia... que el arte viva en ti por siempre.
ResponderEliminarTu faro trasmite calma, trasmite paz, trasmite fé, jsebastian es difícil encontrarse con un artista verdadero, que se hace sólo, de las sales de la tierra. Es un honor visitarte y ojalá miles de personas tengan la fortuna de ver tus obras. Tu pintura tiene una fuerza indescriptible. Haces que los ojos se humedezcan contemplando tu arte, que sensibilidad tan arrasadora. Que barbaro.
ResponderEliminarQuienes son, tan sensibles, tan hermosos, con ese don tan maravilloso. Qué obras tan perfectas, cuanto tiempo sin ver una obra de arte verdadera. Jsebastian cuida tus manos, cuida tu arte. Me gustaría conocerte personalmente, mirar tus ojos, que deben trasmitir mucha espiritualidad...
ResponderEliminarexcelente,magnifica, espectacular
ResponderEliminarEsta gran obra trasmite serenidad y calma, imagino las pinceladas de Jhon al crear la conjugación de la hermosa mar, donde una con su imaginación, se pasea por la orilla contemplando el faro y la tranquilidad del lugar.
ResponderEliminarAnny Catalina G.